CAPÍTULO 4: El misterioso Ragnarok. -En fin... ¿Qué hacemos ahora?-preguntó Ladd, dejando el tema de las voces y el trueno.
-Eh...-Kay miró a Laad salir con gran esfuerzo de la fuente-¡Ah, ya recuerdo! ¡Busquemos un Dino para mí!
Kay y Ladd empezaron a buscar y buscar. Pasaron al lado de un matorral y a Kay le pareció que se movía.
-Voy a mirar...-dijo.
Tras apartar los arbustos, lo primero que vio Kay fue una llamarada dirigiéndose hacia él. Consiguió (sepa Dios cómo) esquivarla y volvió a mirar tras los arbustos. Allí encontró a un pequeño Pigmou de cuernos ardientes.
-¡A por él, Ladd! ¿Tienes el ladrillo que usamos para debilitar a Laad?
-¿El que saqué de aquella casa en obras, dices? No, se partió al darle en la cabeza...-fue la respuesta.
A bastantes metros de allí, una casa en obras se derrumbaba aplastando a una inocente ancianita. Pero eso es otra .
-Ah, claro... ¡Usemos a Laad!-propuso Kay.
-¡Eso! ¡Al ataque, Laad!
El Moueffe se lanzó velozmente hacia el Pigmou, recibiendo una llamarada enorme al aproximarse demasiado. Pero no parecía haberle quemado; y es que el Dino aún estaba cubierto por el agua de la fuente que le hizo inmune al fuego. Prosiguió su ataque y le pegó un puñetazo enorme al pequeño pirómano, tumbándolo así en el suelo.
-¡Genial, Laad! ¡Gracias!-mientras decía esto, Kay apresaba y se adueñaba del Pigmou-Tú serás Igneo. ¡Encantado!
La respuesta fue una llamarada.
-
Ja, ja, ja, ja...-una voz desconocida hacia retumbar sus risas, provocadas sin duda por la escena actual.
-¿Quién anda ahí?-tanto los Dinos como los chicos adoptaron posición defensiva en cuanto Ladd terminó esta frase.
La figura de un adulto se lanzó desde la parte más alta del monumento de la fuente hasta el suelo firme.
-No temáis, pequeños. No vengo a haceros nada. He estado observando todo. Solo quiero ayudaros a terminar con Lecoror de una vez por todas-al fin pudieron ver el aspecto del adulto, aunque su abundante ropaje hacía que prácticamente no se le pudiera ver el cuerpo.
-¿De qué conoces a Lecoror?-Ladd no pensaba frenar su interrogatorio.
-Somos... Viejos amigos. Digamos que la corriente espacio temporal existente entre dos eras y mundos diferentes y a la vez iguales han hecho que yo y él estemos aquí-algo en él decía que ocultaba parte de su .
-No he entendido nada...-Kay seguía en las nubes.
-Esa era mi intención. En fin, encantado, Kay, encantado... Ladd.
-¿Y cómo sabes nuestros nombres?-Ladd tenía muchas preguntas que hacer.
-Ya os lo he dicho... Corriente espacio temporal... Lo que en un mundo puede parecer polvo en otro forma una figura adulta.
-Mmm... ¿Cómo te llamas?
-Eh, ¿mi nombre?-el adulto parecía sabérselas todas... Menos esta. Giró la cabeza y dijo-Ragnarok. Sí, eso es.
Ladd sabía que había escuchado eso en otro lado, pero no sabía dónde.
-En fin... Se está haciendo de noche-Ragnarok sacó de debajo de sus rojas tiras de tela dos capsulas pequeñas y las lanzó al suelo; entonces aparecieron dos tiendas de campaña-Sorprendente, ¿eh?
-No en este siglo-Kay llevaba la razón, las cápsulas Vida Fácil
eran un invento de finales del siglo pasado, nada nuevo en Nueva Dinoland.
-En fin... Acampemos aquí-Ragnarok bostezó-No hay nada que me apetezca más que dormir después de crear una dimensión temporal alternativa, luchar con un héroe y lanzarme a una corriente espacio temporal-bostezó de nuevo-Y salvar cuellos...
Acamparon, Ragnarok en una tienda y Kay y Ladd en otra.
CONTINUARÁ...