pues yastá lo prometido es deuda (y yo siempre cumplo mis promesas)
Capitulo 20: Ladd es expulsado, un extraño mundo.
-No podemos perder el tiempo-dijo Oswal-lo siento pero estamos en guerra.
-Pero…-empezó Darkkay.
<> le dijo una voz en su mente, era el Guardián.
<< ¿Por que? Ladd los matará a todos>>
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Antes de que Darkkay pudiese formular una protesta notó una ondulación en el aire, cerró los ojos y al abrirlos estaba en un sitio muy extraño.
Un montón de relojes le rodeaban, estaba él solo, no había rastro de los demás.
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Dark aceptó mentalmente y se acercó a uno de los relojes, este se abrió como si fuese una puerta y Dark vio a dos muchachos parecidos a él y a Ladd luchando contra otro que parecía… ¡Lecoror! Darkkay decidió meterse y ayudar pero un sonido a su espalda llamó su atención. Se giró velozmente y vio otra puerta en el tiempo, dentro estaba Ladd mirando un libro. Darkkay con un grito de guerra se abalanzó sobre Ladd, pero se estrelló contra un cristal, aquello era una pantalla con la que ver lo que ocurría en el presente. De repente su antiguo amigo se volvió y le miró. Dark se dijo que era imposible que supiese que estaba viéndole puesto que suponía que eso le dejaba ver sin que le viesen. Ladd alzó el libro y Darkkay comprendió, lo sabía por aquel libro. De repente el rostro de Ladd se ensombreció y desapareció de la vista de Darkkay. El líder del clan se dio la vuelta para buscar algo que le ayudase a saber dónde se encontraba Ladd, pero no esperaba encontrarse con el propio personaje delante de él.
-¿Qué vas a hacer?-preguntó Darkkay al ver que se asomaba a la puerta donde estaban sus dobles.
-Salvarnos el maldito cuello-tras decir esto se metió por la puerta. Dark se acercó y vio como se transformaba en un rayo oscuro que atravesaba a Lecoror y le hacía desaparecer, después el rayo volvió hacia donde se encontraba él.
-Ya está-dijo Ladd con una sonrisa de autosuficiencia.
-¿Esos somos nosotros?-preguntó el otro mirando a su otro yo.
-Sí, bueno podría decirse que sí, somos nosotros. Pero somos nosotros creados por ti en otro mundo y otro tiempo, así que acabo de salvarnos el cuello en el futuro. A no ser que alguien haga algo y cambie lo que acabo de hacer.
-Bueno, eso ahora no importa, prepárate a luchar-dijo Darkkay posicionándose para un combate.
-De acuerdo.
(http://www.enladisco.com/heavy-metal-breakdown_grave-digger/metal/29626/)
Darkkay se lanzó hacia Ladd envuelto en su aura y su contrincante hizo lo propio, el impacto hizo que algunos relojes se rompiesen.
-Gracias acabas de ahorrarme mucho trabajo-dijo el oscuro combatiente.
Darkkay intentó golpearle con furia peor recordó que el Guardián les había dicho que intentasen hacer recordar a Ladd quien era.
-Ladd para con esto-dijo esquivando un puñetazo-tú no eres así, tú era bueno es el dios destructor quien te controla.
-No, a mí me gusta ser así soy poderoso y además puedo destrozar cualquier cosa-dijo mientras sacaba una enorme espada de su espalda.
-Pero eso a ti jamás te ha importado.
-Ahora si me importa y mucho-le lanzó una bola de oscuridad que Darkkay no pudo esquivar, este empezó a caer.
“Debe haber un modo-pensó Dark-¿pero cual?”
No le dio tiempo a seguir pensando pues Ladd se lanzaba de nuevo contra él. Dark en un intento desesperado probó con su última ocurrencia:
-Ladd tú siempre has sido el más bueno de todos aunque fueses débil, eras el mejor moralmente y lo sabes, así que deja de hacer esto maldita sea, mira al muchacho del futuro y dime si ves crueldad en él.
Ladd se detuvo y se giró para mirar, pareció que algo se había roto dentro de él. La espada desapareció de su mano y se giró para mirar a Dark.
-¿Qué he hecho?-preguntó con los ojos llenos de lágrimas.
-Tranquilo Ladd, ahora no importa lo que hayas hecho si no lo que harás.
-No-dijo Ladd en tono de desprecio-soy un peligro, voy a hacer algo que tú deberías haber hecho pero no pudiste.
Antes de que Dark entendiese lo que decía, el recuperado se lanzó hacia una corriente de tiempo. Dark corrió hacía allí pero se detuvo al ver como su amigo se volvía viejo, joven, volvía a ser normal y le ocurrían un montón de cosas hasta que se convirtió en polvo y desapareció.
El mal que acechaba a los mundos había desaparecido, pero a un precio demasiado alto.
Continuará…